La inyección de la toxina botulínica provoca una relajación de los músculos de la zona tratada. El alisamiento de los rasgos faciales es el resultado deseado. Las arrugas de la frente, la cara, el mentón y el cuello se reducen o desaparecen por completo. Tu piel adquiere una apariencia joven y suave
La toxina botulínica tipo A utilizada con fines cosméticos es una proteína natural. El Botox® bloquea la liberación de la sustancia mensajera responsable de la tensión de los músculos (contracción muscular). La relajación muscular inducida hace que la piel se suavice y las arrugas desaparezcan. Para las arrugas muy pronunciadas, la toxina botulínica se utiliza a menudo en combinación con el ácido hialurónico.
La inyección de Botox® es casi indolora. Utilizamos agujas muy finas para que el tratamiento no deje prácticamente ningún rastro.
Los costos del tratamiento con Botox® dependen de factores individuales. El precio varía según el área de aplicación y la cantidad de Botox® requerida. Discutiremos el curso del tratamiento y todos los costos en una consulta personal.
En casos muy raros, se produce una ligera decoloración azulada en la zona del lugar de la inyección durante un breve período de tiempo después de la aplicación. Estos se pueden ocultar muy bien con un poco de maquillaje para que el tratamiento no se vea. El día del tratamiento debe abstenerse de hacer deporte, sauna, sol o solarium y tratamientos cosméticos. No habrá ninguna reducción en su capacidad para trabajar o conducir.
Después de cierto tiempo el Botox® se descompone completamente en el cuerpo. El efecto es local y por lo tanto no afecta a todo el organismo. No se conocen efectos secundarios a largo plazo por el uso de Botox®.
El efecto del Botox® se desarrolla después de dos a diez días. Por regla general, la solicitud dura al menos de tres a seis meses.
El tratamiento de las arrugas con Botox® es una intervención médica y sólo puede ser llevada a cabo por un médico - después de haber sido informado. Los tratamientos médicos de este tipo no pueden ser llevados a cabo por esteticistas, peluqueros o en estudios de tatuajes. No basta con sugerir un tratamiento "bajo supervisión médica". Tenga en cuenta que los costos no son necesariamente más altos debido a un tratamiento médico profesional. Ten cuidado... ¡tú lo vales!