Con el ácido hialurónico se pueden inyectar arrugas profundas de imitación. A diferencia del Botox®, no relaja los músculos, sino que crea un depósito bajo las zonas hundidas. El efecto de volumen resultante alisa la piel y le da un aspecto joven, firme y radiante.
El ácido hialurónico es una sustancia endógena que almacena agua y protege nuestra piel de los radicales libres. Cuando se inyecta en las áreas apropiadas, actúa como una especie de material de relleno que apuntala las arrugas. Además de este efecto, la piel es estimulada para formar nuevas fibras de colágeno. Esto aumenta significativamente la elasticidad - la piel se ve firme y saludable. Para arrugas muy pronunciadas, el ácido hialurónico puede ser usado en combinación con Botox®.
El ácido hialurónico se inyecta con agujas muy finas o cánulas sin filo, dependiendo del área de tratamiento. El tratamiento es casi indoloro y no deja prácticamente ningún rastro.
En casos raros hay una ligera decoloración azulada temporal o pequeñas hinchazones en el área del lugar de la inyección. Estos se pueden ocultar muy bien con un poco de maquillaje para que la aplicación no se vea. Por favor, absténgase de hacer deportes, sauna, sol y solarium el día del tratamiento. No habrá ninguna restricción de su capacidad de trabajo o de su capacidad de conducir.
Después de un cierto tiempo, el ácido hialurónico es completamente descompuesto por el cuerpo. No se conocen efectos secundarios a largo plazo del uso del ácido hialurónico.
Los primeros resultados son visibles inmediatamente después del tratamiento. La mejora del aspecto de la piel y el aumento óptimo del volumen son visibles unos tres meses después de la aplicación. La zona tratada y el estado de la piel son dos de los diversos factores que influyen en el período de efecto. Por regla general, la solicitud dura al menos de seis a doce meses.
Una inyección en la piel es un procedimiento médico que sólo puede ser realizado por un médico después de haber sido informado. Un tratamiento médico de este tipo no puede ser realizado por un esteticista, un peluquero o en un estudio de tatuajes. No basta con sugerir un tratamiento "bajo supervisión médica". Tenga en cuenta que los costos no son necesariamente más altos debido a un tratamiento médico profesional. Ten cuidado... ¡tú lo vales!